El silicio está presente en los huesos, la piel y los músculos de nuestro cuerpo. Con la edad el contenido del mismo va disminuyendo a la vez que la capacidad de asimilación de los oligoelementos, por lo que cada vez es más difícil absorberlo de los alimentos. Todo esto unido también a que la alimentación actual cada vez está más empobrecida en este elemento, actúa negativamente sobre la piel y los huesos.
El silicio es un elemento fundamental de la estructura del tejido conjuntivo, es decir, forma parte de las moléculas que lo componen: el colágeno y la elastina, por lo que su presencia evita su destrucción y hace que la piel esté más engrosada, elástica y tersa. Por este motivo se ha utilizado como componente fundamental en las cremas reafirmantes y actualmente las inyecciones de silicio se emplean para reducir la flacidez de la piel y para regenerar los tejidos alterados. Siendo muy útil para el tratamiento de cicatrices y flacidez.