Se trata de una técnica quirúrgica que consiste en corregir el exceso de piel y grasa en los párpados. El paso de los años hace que surjan estos signos y dan una apariencia de envejecimiento que desluce el conjunto del rostro. Este tipo de signos aparecen a cualquier edad, aunque hay que señalar que se trata de un proceso que se acentúa con la edad. Se trata de una intervención sencilla y poco molesta para el paciente y los resultados son duraderos.
Los cambios serán sutiles y serán cuestiones a discutir con el especialista.
Está contraindicada en pacientes que por problemas de salud tengan problemas con la anestesia, la intervención misma o el postoperatorio.
Los habituales en cualquier intervención quirúrgica. Hemorragias, infección, sangrado mayor del habitual o complicaciones con la anestesia. Con todo, es muy difícil que se produzcan este tipo de complicaciones.