Tener un pecho de aspecto natural, sano, proporcionado es un deseo habitual y normal en la mayoría de las mujeres y la alteración de su forma o tamaño puede tener consecuencias psicológicas que deben ser tenidas en cuenta.
La caída de los senos se debe principalmente al exceso de volumen y se da frecuentemente tras los embarazos. También es habitual en casos de cambios bruscos de peso. Las mamas carecen de soporte óseo y muscular, su único soporte es la piel. Ésta no puede muchas veces darle consistencia y turgencia, sobre todo en los casos en los que los pechos sean de gran volumen.
No se recomienda esta intervención en pacientes que padezcan alguna enfermedad que pueda interferir con la anestesia y la recuperación. De ahí que se realicen estudios previos a la intervención que aseguren la completa seguridad de la paciente durante la misma.
Los habituales en cualquier intervención quirúrgica. Hemorragias, infección, sangrado mayor del habitual o complicaciones con la anestesia. Con todo, es muy raro que se produzcan este tipo de complicaciones.