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Llegar a los 50 ya no es en nuestros días una señal de señal de decadencia, de aproximación a la senectud. Es fácil encontrar ejemplos de mujeres cuya edad nos costaría determinar a través de su aspecto físico. Los ejemplos más elocuentes podemos encontrarlos en entre las estrellas del cine. Hablamos de actrices como Kim Basinger, Sharon Stone, Andie MacDowell; cantantes como la incombustible Madonna o la exótica y elegante belleza de la modelo Iman (en la fotografía). Todas ellas lucen su medio siglo despertando las envidias de medio mundo, ya que abandonada la juventud, su belleza es ahora distinta, manifestando las virtudes de la plenitud de la madurez.

No sólo las famosas son capaces de burlar el paso de los años. Las tendencias han cambiado y no hay más que salir a la calle y observar para darse cuenta: son muchas las mujeres que rondan los 50 años que mantienen un aspecto joven. No es una tendencia que surja de la nada. Hoy en día las mujeres se cuidan mucho más que hace 20 años, algo que ha sido posible por factores de carácter económico, social y psicológico. Hablamos de mujeres seguras de si mismas gracias a la experiencia proporcionada por los años y que afrontan esta etapa de su vida dedicándose mucho más tiempo.

Pero, ¿cómo lo hacen? Cuidarse desde una temprana edad es la base. Con todo, pasada cierta edad las necesidades cambian y las mujeres buscan mantener una imagen natural, equilibrada y sana alejándose de prototipos estéticos que muchos asocian al repetido paso por el quirófano. Las mujeres centran sus esfuerzos, además de en la alimentación y el ejercicio, en los tratamientos antiaging. La eliminación de las arrugas y lo surcos de la piel se recurre a la toxina botulínica y al ácido hialurónico. El objetivo no es eliminar la arruga del todo. Lo que se pretende es suavizarla lo máximo posible manteniendo la naturalidad del rostro, un rostro que seguirá recordando el que años atrás fue. He aquí la razón de que los tratamientos médicos estéticos sean los más demandados. A los ya citados rellenos se unen los tratamientos destinados a mejorar el aspecto y la luminosidad de la piel, por ejemplo, la mesoterapia.

Los cuidados no solo se centran en la piel. El cabello es uno de los elementos más importantes del conjunto estético en una mujer y es a partir de los 50 cuando empieza deterirarse más. El cabello se seca y se hace más frágil. Además, está la presencia de las canas. El envejecimiento del cabello es menos drástico cuando se han llevado a cabo unos buenos cuidados durante toda la vida. Llegada la madurez la mujer empieza a perder fuerza y volumen en el cabello. Los tratamientos con complementos nutricionales son la solución más efectiva ya que permiten la regeneración de la queratina, lo que hace que recuperemos la densidad del cabello y la saludo del cuero cabelludo.

En estas imágenes podéis ver algunos ejemplos de mujeres que ya han superado los 50.

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